sábado, 30 de noviembre de 2013

Se acabó el primer libro :)
El segundo lo empezaré a publicar el viernes que viene seguramente.
Espero que lo hayáis disfrutado, yo lo he hecho bastante escribiéndolo uwu.
Un saludo a todos y muchas gracias por dedicar vuestro tiempo a leerlo :')

~Epílogo: Tras el crimen

~Epílogo: Tras el crimen

El día en que el asesino supremo fue desterrado de la vida por su Shinigami, todas las personas que participaron en la revelación del Cuaderno de Muerte fueron condenadas a vivir de nuevo criándose en el caos y la locura.

Ciertas relaciones, al ser desveladas, harían volver a tener una nueva vida a estas personas, pero una vida cómoda y tranquila, de nuevo en su mundo, habiendo olvidado todo lo relativo a sus anteriores vidas.
Pero sólo él podrá sacarlos del infierno al que han sido condenados a permanecer.

Jake, el tiempo se acaba.
Si la puerta se cierra, jamás volverá a abrirse.

_Fin del primer libro_

-Capítulo 22_Rostros alternados

-Capítulo 22_Rostros alternados

Me da un espasmo de la impresión y me le quedo mirando desconcertado.
-Que pasa -pregunta mirándome con extrañeza.
-M-Matt... -balbuceo confuso.
'Alguien importante para ti se esconde bajo esa persona' -resuena en mi cabeza.
-Matt, ¡eres tú! -chillo cogiéndole la cara con ambas manos.
-Jake, relájate... Para un día que estoy tranquilito... -me dice con voz adormilada cogiéndome las manos- Descansa un poco más, que anoche te hice demasiadas cosas malas -añade con una sonrisita traviesa caminando con dos dedos por mi pecho desnudo.
Su expresión ha cambiado. Ya no se parece tanto a Matt, pero aún así queda la visión en el aire.
El mensaje de la nota comienza a tomar forma en mí. El enigma de Rape se está resolviendo. Ahora comprendo ese sentimiento confuso que tuve la primera vez que se me acercó Rape, cuando le vi violando a Grim; esa especie de 'quiero irme pero quiero quedarme'

Con una fuerte convición en el alma, me abrazo a Rape y disfruto de su presencia sabiendo que bajo su piel se esconde la persona a la que jamás dejé de amar, Matthew Jaivas.

-Capítulo 21_Afecto

-Capítulo 21_Afecto

No sabría decir si lo disfruté un poco más porque esta vez no era tan a contravoluntad o porque me dolió algo menos cuando me la metió porque ya tenía el ano ligeramente dilatado de la primera vez, a pesar de haber pasado cuatro meses desde que me violó.

Ahora me hallo metido en la cama junto a mi amante durmiendo en la penumbra de la habitación.
Unos finos rayos de luz blanca se cuelan sigilosamente a través de la persiana, iluminando levemente la estancia.
Ya no siento ningún reparo de estar metido en la misma cama junto a él, medio desnudos los dos y muy cerca el uno del otro.
Al final no fue tan terrible, al menos no tanto como la primera vez. Dolió un poco cuando me la metió de lleno, pero al poco rato dejó de dolerme e incluso me empezó a dar gusto.
Estuvo un largo rato dándome duro, y luego cuando al fin me la sacó de ahí, me cogió en brazos cariñosamente y me depositó en la cama.
Estuvo un rato tumbado a mi lado haciéndome caricias y besándome por el cuerpo, y al final acabó con la boca donde no debía. Que conste que no fue cosa mía.

Ahora estoy arropado entre las suaves sábanas muy cerca de Rape, y siento el repentino impulso de acurrucarme junto a él.
Con cierta timidez, me deslizo hacia la izquierda, acercándome a su espalda y meto los brazos entre los suyos y su costado.
Le oigo despertarse ligeramente, se vuelve hacia mí y me dedica una cálida sonrisa de afecto.
-Buenos días, gatito -me dice con ternura, cogiéndome el rostro entre las manos y depositándome un dulce beso en los labios.
Me rodea el torso con los brazos y me acoge entre éstos, dejándome reposar la cabeza en su cálido pecho.
Está calentito y suave, y suelto sin querer algo parecido a un ronroneo.
Jamás creí que Rape pudiera ser tan tierno y cariñoso.
Comienza a pasar sus finos dedos por mi pelo liso, jugueteando con las puntas de los oscuros mechones.
Su respiración es lenta y constante, y los graves latidos de su corazón reberberan en mi oído a través de su pecho con un ritmo monótono e hipnotizante.
Quiero quedarme así para siempre, sin tener que preocuparme de buscar notas ni de si un tío apunta mi nombre en un cuaderno para volverme loco.
Entonces alzo el rostro un poco para mirarle a los ojos y por un instante creo ver en su cara y sus ojos los mismos rasgos de Matthew, el primer y único novio que he tenido.

-Capítulo 20_Sensaciones contradictorias

-Capítulo 20_Sensaciones contradictorias

Dos agitadas respiraciones perturban el silencio del cuarto.
Hace bastante calor por el aire cargado, que resulta casi pesado.

Rape me quita la camiseta con brusquedad, deseoso de pasar sus finas manos por mi espalda, torso y cintura desnudos.
Mi espalda choca contra una descolorida pared en la total oscuridad.
-Jake... -jadea- vamos a pasarlo bien los dos solitos. Continuemos con lo de aquella mañana.
Me coge de la barbilla y  comienza besarme con ansia, devorándome los labios.
Acto seguido se quita la camiseta de un manotazo y me pasa los brazos tras el cuello, atrayéndome hacia su cálido pecho.
Estoy bastante nervioso por cómo pueda derivar la situación, pero por ahora reconozco que disfruto con el cortejo.
Rape es increíblemente atractivo, y su carácter perverso le da un toque peligroso de tipo duro que me hace estremecerme hasta lo más profundo de mi ser.
Vuelve a pegar sus labios a los míos y me los muerde con pasión.
Me mete la lengua en la boca y nos liamos perdiendo la cabeza momentáneamente.
-Rape... -jadeo ahora yo, dejándome llevar- me gustas, Rape. Me gustas mucho -le digo incoscientemente, aunque en el fondo es así.
-Lo sé, pivón -me contesta con una de sus encantadoras sonrisas perversas- y voy a hacer que te guste más aún.
Desliza sus manos por todo mi contorno, desde mis hombros donde las tenía hasta mi cintura, para llegar al extremo del cinturón de cuero.
Tira de él y lo suelta de la hebilla que lo mantenía sujeto.
Me desabrocha el vaquero y me lo baja hasta que cae al suelo.
Ahora él se quita el suyo con impaciencia y lo lanza lejos a algún lugar de la habitación.
Sé perfectamente lo que viene a continuación, y al parecer, no me equivoco.
Me presiona contra la pared, dispuesto a devorarme como un auténtico lobo.
Me mira fijamente y se relame, listo para atacar.
Un voraz bocado provoca que se me ponga más dura de lo que ya la tenía.
Gimo de placer mientras un brutal escalofrío me baja por todo el cuerpo, erizándome el vello de los brazos y poniéndome la piel de gallina.
Vuelve a morderme, una y otra vez, y noto que se me seca la garganta de tanto jadear.
Sin poder resistir el impulso, le pongo las manos en el culo, pegándomele más y presiono su entrepierna contra la mía, poniéndole más cachondo.
Entonces me pone de cara a la pared de un brusco movimiento.
-Castigado contra la pared, por chico malo. -me dice al oído- pero conmigo detrás... -añade con una sonrisa lasciva.

Me pongo bastante nervioso, sin saber cómo reaccionar. Me gusta cómo me seduce y tal, pero a la hora de tener sexo ya no me hace tanta gracia el tema.
-Jake... -jadea mientras se baja lentamente los calzoncillos -voy a hacerte el amor hasta que escupas sangre por la boca de tanto gemir.
-Rape... espera, vayamos con más calma... -le pido asustado intentando detenerle al sentir que me baja los calzoncillos.
-No Jake. No puedo aguantar más. Necesito hacértelo. Y ya.

-Capítulo 19_En blanco

-Capítulo 19_En blanco

Perfecto. ¿Qué se supone que debía hacer ahora? No quería acabar volviéndome loco del todo como ellos, pero tenía que atrapar a Kira para romper con esta dichosa anomalía.
¿Estarían preocupados mi familia y mis amigos por mí?¿Habrán llamado a algún equipo de esos de investigación criminal?
Hundo la cara entre las manos, agotado.
¿Cómo iba a salir de aquí?
-Puedes ignorar a Kira y seguir buscando las notas -intervino una voz de hielo.
Vuelvo la cabeza hacia mi derecha y veo a Date observándome desde el umbral de la sala de estar en la que hace unos meses quedé con Beyond.
-Las notas -repito, sacándome la que me encontré la mañana de después de haber sido violado por Rape.
'Entrégale tu cuerpo cada noche y así le sanarás''Alguien importante para ti se esconde bajo esa persona' -leo de nuevo en un murmullo.
-¿A quién debo entregarle mi cuerpo? -le pregunto a Date.
-No lo sé, ya te dije que eso es un mensaje demasiado personal para que podamos interpretarlo todos -responde encogiéndose de hombros.

Un escalofriante razonamiento empieza a tomar forma en mi cabeza.
-¿S-Se refiere a que tengo que entregarle mi cuerpo a Rape... todas las noches para que se le quite el vicio? -le pregunto a media voz.
-Pues la verdad, es muy posible -afirma él- creo que te ha cogido cariño y tal. Además, tardó tres días en volver a darnos caza desde que entraste en trance para saciar su apetito -añade tan calmosamente.
-¿¡Me estás afirmando que me tengo que dejar sodomizar todas las noches de mi vida para que ese tío deje de violaros!?¿Y lo dices tan tranquilo? -salto encolerizado.
-Recuerda la segunda parte -me dice alzando un poco una fina ceja- 'Alguien importante para ti se esconde bajo esa persona'.
-Sí, pero es que me da mal rollo ese tío. ¡Es muy perverso y lujurioso y...! -comienzo a protestar.
-Pues yo creo que tú lo disfrutas -me dice arqueando de nuevo la ceja -Beyond me ha contado que os pilló a los dos supercachondos y empalmados. Incluido a ti -dice acentuando el 'ti' con una sonrisita y apuntándome con el dedo índice.
Lo cierto es que tiene razón; me pone mucho cuando se pone así.
-Pero voy a acabar con el culo escocido... -rechisto.
-Tú sabrás lo que haces, Jake -me advierte por enésima vez- la decisión es tuya. Quizás dentro de unos años te arrepientas.
Y dicho esto sale del umbral y se pierde por el oscuro pasillo, ya ensombrecido por la llegada de la noche.

-Capítulo 18_Anestesia

-Capítulo 18_Anestesia

Anestesia. Me siento como si me hubiesen metido anestesia en vena.
-¡¡JAKE!! -me chilla Beyond en toda la cara salpicándome saliva con olor a sangre.
-¡¡Queeee!! -le grito de la misma forma.
-Al fin despierta.
-¿Q-Qué ha pasado? -pregunto, confuso.
Veo a Beyond a Date y a Grim a mi alrededor mirándome atentamente.
Date y Grim está ligeramente cambiados, con el pelo algo más largo.
-Llevas durmiendo desde el 3 de octubre -me dice Date- hoy es 28 de enero.
¿Qué?¿Es posible que me haya tirado casi cuatro meses en trance?
-Beyond te encontró tirado en la azotea divagando como un sonámbulo -comenta Grim- estaba preocupado por ti, Jake.
-P-Pero, ¿qué me ha pasado?
-Al parecer lograste llegar hasta Kira y antes de que pudieras hacer nada escribió tu nombre en la Macabre Note y empezaste a delirar -me explica Beyond.
-Creíamos que tú serías capaz de llegar hasta él sin verte afectado por la dichosa libreta, por eso no te advertimos de ésta -añade Date.
-¿Macabre Note?¿Qué narices es eso?
-Es un cuaderno especial que tiene Kira en su poder. Si tu nombre es apuntado en éste estando en su presencia te hace tener visiones raras de un hecho y despiertas siempre el 28 de enero del año siguiente. No sabemos por qué. El caso es que cuantas más veces te enfrentas a Kira y más veces escribe tu nombre en ese cuadernucho más loco te vuelves, aunque bueno claro, lo de Seek es un caso aparte... -dice Beyond.
-Ahora será mejor que comas algo. Tienes que estar muerto de hambre.

-Capítulo 17_La risa que se escurre

-Capítulo 17_La risa que se escurre

Al fin, llego al pasillo de las puertas.
No necesito encender las lamparillas porque llega suficiente luz.
Conteniendo la respiración, abro la segunda puerta y me asomo por el hueco entre ésta y el marco.

Finalmente entro y descubro sobre una mesa blanca un cuaderno negro en cuya portada está escrito 'Death Note'.
¿Cuaderno de Muerte?
Lo cojo y empiezo a hojearlo.
De entre unas páginas plagadas de nombres sale un trocito de papel suelto en el que hay escrito algo.
'Entrégale tu cuerpo cada noche y así le sanarás''Alguien importante para ti se esconde bajo esa persona' -leo en voz baja.
¿Qué demonios querrá decir eso?
De repente me percato de que hay alguien observándome al borde de la puerta.
Me giro justo a tiempo de ver salir corriendo a un hombre joven vestido de negro, como una sombra ahuyentada por un rayo de luz.
Inmediatamente suelto de golpe el cuaderno y salgo corriendo tras él como hizo Beyond la noche anterior.
No me di cuenta de que justo había dejado el cuaderno abierto por la página que debía leer: 'El peor de todos los asesinos es aquel que se cree con derecho de matar a alguien. Recuérdalo, Seek'

No sé cuánto tiempo llevo corriendo, pero no logro alcanzar al maldito que huye.
Subo corriendo unas escaleras, giro, entro en otro pasillo, sigo corriendo y llego a unas nuevas escaleras, estrechas y de peldaños de láminas de cristal, algunos con charcos irregulares de sangre.
Subo corriendo tras la sombra con cuidado de no pisarlos y resbalar.
Al fin, termino de subir medio ahogándome por la intensa carrera y salgo al exterior.
El paisaje que rodea la azotea me desconcierta, plagado de altos edificios modernos que cubren todo hasta adonde alcanzo a ver.
Miro hacia todos los lados pero no veo ni rastro de Seek.
En cambio hay una esbelta figura de un joven de pelo castaño liso y un pelín largo.
Viste una camisa blanca y unos pantalones y zapatos de traje negro.
Se ve hondear al viento una corbata roja.
Su porte parece decidido e imperturbable.
¿De dónde ha salido ahora este tío? -me pregunto para mis adentros.
Doy un paso, sin saber muy bien si acercarme o no.
Entonces él se vuelve hacia mí y puedo ver unos amenazadores ojos rojos relucir a través de su flequillo castaño.
-¿K-Kira? -pregunto, confuso.
-Tú no eres nadie en este mundo. No aportas nada a la futura riqueza del Nuevo Mundo. Debes morir... -me dice abriendo mucho los ojos y frunciendo el ceño de forma extraña a la vez, mientras apunta algo en un cuaderno negro parecido al que vi antes en la mesa de la habitación.
De pronto empieza a reír sin ninguna razón, y todo a mi alrededor comienza a dar vueltas como si hubiera debajo un desagüe destado.
El sonido de la risa diabólica se escurre por todas partes mareándome aún más hasta que se extingue por completo.
Cuando siento que todo se calma un poco abro los ojos y me encuentro en el mismo lugar acuclillado en la superficie de la azotea empapado por la lluvia, completamente solo.
El sonido de unas campanas lejanas me adormila y veo cómo Beyond se me acerca para meterme de nuevo en el edificio a salvo del aguacero.
Pero hay algo en él que no me cuadra.
Su camiseta es blanca y sin nada de sangre, y sus ojos, grises con una enorme pupila que ocupa casi el total de su iris.
-Jake... Jake... Vamos Jake... Hay que seguir investigando... Jake...
Y pierdo el conocimiento invadido por las abduciones.

-Capítulo 16_Búsqueda

-Capítulo 16_Búsqueda

Confuso, salgo de la habitación comiéndome la mermelada a cucharadas. Llevo unas 24 horas sin comer y las emociones fuertes que he estado viviendo estos dos últimos días me dejan agotado.
Soy prudente y me guardo la chocolatina para cuando me vuelva a entrar el hambre.
Me estoy ya acabando la mermelada cuando veo que entre ésta, casi al final del tarro, hay un pequeño trozo de papel doblado. Rescato la nota con la cucharilla y la desdoblo medio pringándome con la mermelada.
'La venganza llegará cuando se acabe la mermelada' ponía en una cara.
'Persigue la risa del asesino, Jake. No te dejes engañar por su Sombra'
¿El asesino?¿Se referirá a ese tal Kira?¿Y la sombra que engaña el hombre de negro que nos engañó a Beyond y a mí?

-Seek... -murmuro en alto sin darme cuenta.
-En efecto -afirma de repente una voz inanimada.
Pego un bote al ver que el niño de pelo blanco y ojos azul niebla me observa a unos pocos metros de distancia.
-¿Date?
-Así es mi nombre -responde sin pestañear.
-¿Dónde puedo encontrar el resto? -le pregunto al niño.
-No lo sé. Debes buscarlas tú, Jake. Por eso estás aquí. Cuanto antes logres reunirlas todas e interpretar su mensaje, antes se resolverá el puzzle y todo volverá a la normalidad.

Dicho esto, dio media vuelta y se fue, dejándome en medio del pasillo iluminado por la blanca luz del mediodía.
¿Por dónde debía empezar a buscar las dichosas notas?
No lo sabía, pero obviamente parado en medio del pasillo no las iba a encontrar.
Me pongo en marcha, analizando el punto en el que me encuentro.
Al avanzar un par de metros y salir del "pasillo-callejón" en el que anoche Beyond y yo acorralamos a Seek, me doy cuenta de que se trata de uno de los pasillos del cruce que vi el primer día al huir del incendio que causó Grim.
Se me ocurre regresar al pasillo de las puertas en el que me sorprendió e intentó asesinar Beyond.
Ahora que tengo bastante confianza con él y sabe que soy la clave para atrapar al Kira ese no tengo nada que temer.
Con dicha decisión en mente, me pongo en camino sintiéndome realizado.

-Capítulo 15_Enunciados

-Capítulo 15_Enunciados

-Vaya, vaya, vaya... Con que Rape y tú, tú y Rape, ¿ehh?
-Déjalo, Beyond. No tiene gracia -gruño- Y menos lo de anoche. ¿Por qué no me avisaste de que Rape estaba aquí dentro acechando?
-No me di cuenta hasta que le oí gruñir. Debía estar durmiendo y le despertamos.
-Le despertaste tú -puntualizo frunciendo el ceño -y pagué yo por ello.
-¡Pero si os acabo de pillar a los dos -(remarca el 'dos')- más calientes que una vela! -se excusa él.
-¡Velaaas!¡A Grim le gustan las velaaas! -salta Grim botando en la cama como un muelle.
-Estate ya quieto, Grim -le regaña Beyond.
-Joo... -gimotea el niño bajando la cabeza.
-En fin, vayamos al grano. Te estaba buscando porque anoche Date me contó que la hora había llegado. Las notas han comenzado a aparecer. Pero eres tú quien debe buscarlas.
-¿Notas?¿Qué quiere decir eso de las notas?
-Date dice que tienes que desvelarlas por ti mismo -explica Beyond -si no, el puzzle jamás será resuelto.
-¿Otra vez ese niño loco?¿Se puede saber qué demonios le ha dado con que si tengo que resolver no se qué y...?
-Jake, escucha atentamente a Date -advierte Beyond - Nunca habla por hablar. Una vez dijo que Kira debía ser capturado... Llevo meses yendo tras él, pero jamás logro alcanzarle. Anoche Date me dijo que tú debías encontrar la nota correspondiente, y así, podríamos atrapar a Kira. Por favor Jake, no me falles.
Dicho esto, Grim y él salen de la habitación dejándome una tableta de chocolate y un tarro de mermelada de fresa para desayunar.

-Capítulo 14_Apresado

-Capítulo 14_Apresado

Un grave dolor me recorre todo el cuerpo.
Doy un gemido y me llevo las manos a la cabeza.
Poco a poco, abro los ojos y voy acogiendo la realidad en mi mente.
Lo último que recuerdo es que alguien me metió en la cama, me arropó y se acostó a mi lado después de habérselo pasado chachi dándome de lo lindo por detrás. Estaba tan cansado que me dormí en seguida.
Me giro un poco y veo a Rape tumbado a mi lado boca abajo con la sábana cubriéndole justo por debajo de los omóplatos.
Su respiración es lenta y constante, y a diferencia de muchos y por suerte, no ronca.
'Me he acostado con un tío...' pienso con un toque de reparo.
Le oigo dar un ligero gemido de esos que sueltas cuando tu madre te presiona para que te levantes ya, y un brazo cae sobre mí enganchándome por el torso arrimándome a él. Está desnudo salvo por los calzoncillos y su cuerpo está caliente.
Con una mueca, intento despegarme un poco de él disimuladamente, pero me reprime de nuevo con el brazo y me presiona más aún contra su costado.
-¡¡No soy un peluche sabes!! -le grito al fin, malhumorado, pero entonces se vuelve hacia mí y me posa el dedo índice en los labios, haciéndome callar.
-No seas malo y duérmete -me suelta como si yo fuera un niño pequeño, hundiéndome de una colleja la cara en la almohada.
Ya cabreado, me giro del todo y le meto un empujón, tirándole de golpe de la cama.
Se levanta rápidamente del suelo y se me acerca fieramente clavando sus ojos ambarinos en mi mirada asustada.
-Te la estás jugando, Jake. -me dice con tono amenazador.
Atemorizado por lo que pueda hacerme me sumerjo entre las sábanas tapándome hasta la nariz.
Entonces me lanza una mirada cariñosa acompañada de una cálida sonrisa como la que le lanza una madre a su hijo cuando ha hecho sin rechistar lo que se le ha ordenado.
-Capullo -le insulto para mis adentros, mirándole con cierto rencor.
Entonces me coge de la barbilla y me da un beso en la boca.
-¡Que no me beses, de qué vas tío! -le grito enderezándome entre las sábanas.
-Oye, eres muy travieso tú, eh. Venga, a levantar, tío bueno -ordena dándome un cachete en el culo.
-¡No me toques el culo!¡Y deja ya de llamarme tío bueno! -le ladro cabreado, pero él se echa a reír.
-Eres como un niñito de seis años. Me encanta.

Con un gruñido salgo de entre las sábanas y me doy cuenta de que llevo puesto al cuello una fina correa de cuero negra enganchada a una larga cadena plateada por una arandela metálica.
-¿¡¡Pero qué cojones es esto!!? -chillo.
-Así me aseguro de que no te me escapas corriendo por ahí.
-¡¡Tú estás fatal!!¡¡Suéltame ahora mismo!!
-No.
-¡¡Te he dicho que me sueltes!!
-Que no.
-¡¡¿Pero tú qué coño te crees que eres?!!¡¿Un actor porno o qué?! -le ladro con la cara roja.
Ya harto de mis berridos, se me acerca agarrándome del brazo con fuerza y me dice pegando la frente contra la mía , con un brillo peligroso en la mirada:
-Aquí el que manda soy yo. ¿Capicci? Andando.
-No me sale de los huevos. -me atrevo aún a contestarle.
De espaldas a mí puedo observar cómo tensa la musculatura en señal de enojo. Me jode mucho esta situación, pero me percato de que si sigo actuando así puedo acabar como la noche anterior, incluso peor.
Suelto un suspiro y relajo los hombros en señal de sumisión.
-Al menos... ¿Puedes darme mi ropa?
Va a una esquina de la habitación sin soltar la cadena, recoge mis vaqueros del suelo y me los lanza.
-¿Y la camiseta? -le pregunto mientras hago equilibrios poniéndome los vaqueros.
-Bueno, si te hace mucha falta... Es que la usé anoche para limpiármela después de follarte. -me dice tan tranquilo.
-¿Q-Qué? -digo boquiabierto mientras me subo los vaqueros.
-Además, así estás muy sexy. Te follaría ahora mismo contra la pared -añade acercándoseme y acariciándome el contorno de la cintura.
-N-No... ¡No! -empiezo a gritar angustiado al sentir que me dirige hacia la pared, finalmente empotrándome de espaldas contra ésta.
Comienza a respirar agitadamente, y puedo sentir que la tiene más dura que una barra de hormigón armado.
Intento separarme de él, pero es fuerte y me mantiene pegado contra la pared.
Me desabrocha de nuevo el vaquero y me mete la mano agarrándome el paquete por fuera de los calzoncillos.
Doy un gemido, y empiezo a perder resistencia.
Estoy demasiado cansado para mantenerle a raya y sabe bien cómo jugar con mi cuerpo para derribarme.
Me empieza a besar en el cuello medio saboreándome y sin mayor demora, comienza a masticármelo para ponerme cachondo.
-Por favor... -gimo volviendo el cuello, pero mi lado incontrolable disfruta tanto como el propio Rape con esto, si no no sería capaz de empalmarme.
Se me caen los pantalones al suelo, adelanta una pierna y pega su entrepierna a la mía.
Debo admitirlo, nunca en mi vida había estado tan cachondo, y no me lo quito de encima porque lo estoy gozando.
Incosciente de lo que hago, meto las manos por debajo de sus calzoncillos y le aprieto el culo para hacer que pegue más su entrepierna a la mía.
Rape suelta un resoplido de placer y me mira con los ojos entrecerrados y una sonrisa lasciva.
-Jake... Quiero hacerte gozar de lo lindo... Jake... -me susurra ahora al oído con voz ronca- follemos. Ahora.
Pegándome aún más contra la pared, me coge de las dos piernas sujetándomelas en volandas y me pega un morreo dejándome sin respiración.

De repente alguien llama a la puerta con los nudillos cortándonos todo el rollo.
Se abre y entra Grim dando saltos seguido de Beyond.
Rape me suelta de golpe las piernas y se aparta de mí justo cuando estaban entrando en la habitación.
-¡Hola Jake!¡Hola Rape! -saluda Grim sin dejar de saltar.
-Hola peque -contesta Rape con una sonrisa un poco forzada, molesto por la interrupción.
-Vaya, que calorcillo hace aquí... ¿Acaso estábais horneando barras de pan? -pregunta Beyond arqueando una ceja.- Rape, creía que solo te volvías peligroso a partir de las seis de la tarde, pero veo que con Jake te llevas muy bien -sonríe observando el notable bulto que sobresalía del calzoncillo de Rape.
Azorado, me subo los vaqueros antes de que se percate de mi situación y me pongo la camiseta, olvidando que estaba manchada de semen.
-Rape, podrías dejar respirar a Jake un poco, ¿no crees? -le dice Beyond al observar la zarandaja que llevo aún colgando del cuello.
Con un suspiro, Rape me quita el collar sado y se va a una esquina a vestirse. Se pone una camiseta sin mangas de rayas negras y rojas y unos vaqueros negrogrisáceos llenos de rasguños. Sin subirse la bragueta ni abrocharse el botón del vaquero ni el cinturón, se dispone a salir de la habitación.
-Nos vemos esta noche aquí, Jake -me dice desde el umbral guiñándome un ojo.
Da media vuelta y se marcha de la habitación, dejándonos a Grim, Beyond y a mí solos en ésta.

-Capítulo 13_Lujuria

-Capítulo 13_Lujuria

El brazo me termina de arrastrar hasta el interior de la habitación y oigo la puerta cerrarse con llave.
Está completamente oscuro y no veo nada, pero lo peor no es eso como tal. Parece ser que no estoy solo. Alguien me ha invitado a pasar la noche en compañía. Y ese alguien no es una persona cualquiera; es un maníaco sexual sádico.

Me hallo sentado en el suelo de espaldas a la puerta cerrada con llave con dicha persona acechándome en la completa oscuridad. No veo absolutamente nada. Únicamente escucho una respiración lenta y pesada aproximándose a mi oído.
Rape me pega contra la puerta y se me medio pone encima de rodillas con las piernas abiertas.
Apoya las manos en la puerta contra la que estoy empotrado, posando sus tensos antebrazos sobre mis hombros, manteniéndome totalmente aprisionado.
Por el tacto de sus brazos y sus piernas percibo que está completamente desnudo salvo en la entrepierna.
Empiezo a temblar como una gelatina y siento un sudor frío bajándome por todo el cuerpo. No hay escapatoria. Estoy completamente atrapado.

-¿Sabes lo que les pasa a los niños traviesos y a los chicos malos? -pregunta tiernamente una voz lasciva en mi oído.
Aprieto los ojos, pero las lágrimas de miedo resbalan irremediablemente.
-Oh, no llores Jake... -dice la voz con tono triste, pasándome el pulgar por las lágrimas. -Yo te consolaré. -gruñe con aspereza, ahora con un tono extremadamente perverso.
-¡¡¡¡NOO!!!! -aúllo fuera de mí, pero de un rápido movimiento brusco, Rape me agarra de la camiseta, me tumba contra el suelo y se me tira encima, inmovilizándome con su cuerpo.
Me da un ataque de pánico y me revuelvo como una anguila salvaje, gritando y llorando, pataleando intentando quitármelo de encima.
Al ver que mis esfuerzos son en vano y recordando que no hay escapatoria se me baja de golpe la adrenalina, dejándome sin fuerzas.
Estoy agotado.
No puedo oponer resistencia alguna.
Lloro desesperadamente, deseando morirme, pero mi actitud no ablanda lo más mínimo a Rape.
-Al fin te quedas quietecito. Anda que no me lo pones difícil. -gruñe separándose un poco de mí.
Oigo la hebilla metálica de mi cinturón soltarse y siento que me desabrocha el botón del vaquero.
Me duele el corazón de tanta agonía.
Luego abre la bragueta y me baja los pantalones hasta las rodillas.
Doy un pequeño gemido de temor, pero mi cuerpo está demasiado agotado como para oponerle resistencia a mi temible depredador.
Se me vuelve a poner totalmente encima y noto su 'bulto' apoyado justo encima de mi entrepierna.
Entonces pega sus finos labios a mi cuello y me empieza a morder incando los dientes hasta presionarme los nervios y los tendones.
Se me escapa un corto jadeo y le oigo dar un gruñido de satisfacción al sentir que me empalmo por el mordisco.

-Date la vuelta -me ordena con voz ronca.
-N-No... -me intento rebelar.
Malhumorado, me agarra de la cintura e intenta tumbarme boca abajo.
-¡No! -chillo desesperado.Pero al final lo consigue sin mucho esfuerzo.
-¡Déjame en paz! -vuelvo a lloriquear angustiado.
Me baja los calzoncillos completamente negros y se desempaqueta lo suyo.
-No... No... No... -tartamudeo. No puedo parar de llorar, siendo consciente de lo que está a punto de hacerme.
Un tremendo pinchazo me atraviesa el ano como una descarga y me deja sin aire.
Doy un grito de dolor y se me saltan unas cuantas lágrimas.
Aprieto los dientes para no gritar mientras se retrae y me vuelve a entrar provocándome un dolor atroz.
-¡¡¡Para ya!!!¡¡¡¡Por favor!!!! -grito, desesperado.
Pasa de mis súplicas por completo y sigue dándome por culo a su rollo.
Sin querer me salen gemidos, medio de dolor medio de placer. Eso parece provocarle más y lo acelera.
Poco a poco, una sensación de inmateriabilidad comienza a envolver mi mente, casi la misma sensación de cuando estás a punto de quedarte ya dormido del todo pero aún sigues ligeramente despierto.
El dolor y la angustia van quedando atrás, y lo único que llega ya a mis oídos es el sonido seco de un jadeo ronco y mi lenta respiración acompañada de un jadeo constante e involuntario.
La acción de penetración queda como una sensación monótona y apenas la siento ya como un impulso que entra y sale de mi cuerpo, como una ola en un hueco excavado en la roca a orillas de una playa.
Noto que va aminorando y que finalmente se detiene.
Sin levantarse de encima de mí, la saca, se la guarda y me sube los calzoncillos.
Vuelve a tumbarse con cuidado sobre mi espalda, me aparta el pelo y me da un beso en el cuello.
-¿Ves como al final no ha sido tan horrible? Yo lo gozo, tú lo gozas.
A esto se le acaba cogiendo el gustillo. -dice con una pícara sonrisa.
Le gruño como respuesta como él hace, a modo de negativa, pero se echa a reír.
-Ven anda, tío bueno. Estás muy bueno, no sé si te lo he comentado en algún momento.
Se pone en pie y me coge del suelo en brazos, apoyando mi tripa sobre su hombro y me deposita sobre una cama abierta.
Permanezco totalmente inmóvil, porque al más mínimo movimiento me asalta un aguijonazo en el ano.
Con delicadeza, me mete en la cama, me cubre con las sábanas arropándome y se mete en la cama junto a mí.
-Buenas noches, Jake -le oigo decirme al oído.
El agotamiento físico, psicológico y anímico pueden con mi cuerpo y caigo en un sueño donde un tío de pelo rojinegro corre detrás de mí para darme caza.

-Capítulo 12_Cacería

-Capítulo 12_Cacería

No tenía ninguna gana de estar deambulando por los pasillos (para variar) con Beyond agazapado detrás de mí en busca de un  misántropo psicomaníaco.
Voy caminando lentamente, casi a oscuras porque ya es de noche, mudo como una tumba a diferencia de Beyond, que va arrastrando los pies por la moqueta tarareando en susurros canciones demenciales, acariciando su querido cuchillo jamonero del que jamás se separa.
-¡Es él!¡¡Es él!! -empieza a gritar eufórico al oírse una risa maníaca una planta más arriba.
Sin previo aviso sale corriendo por el pasillo, gritando como un loco y agitando el cuchillo en el aire a modo de banderín de victoria.
No me queda más remedio que salir corriendo detrás de él si no me quiero quedar solo entre las sombras.
El olor a óxido de la sangre de su ropa me sirve de rastro para no perderle la pista.
Le avisto un poco más a delante al torcer una esquina y le alcanzo justo cuando empezaba a subir unas escaleras a zancadas.
Casi tropiezo con los desgastados escalones de yeso.
-¡Podrías relajarte un poquito, ¿no?!¡Que casi me como la escalera a estas velocidades! -le voceo enfadado.
-La presa está cerca... La presa está cerca... -jadea emocionado.
'Este tío está zumbado...' pienso saltando el último escalón.
Justo cuando acabamos de subir los  escalones vemos a una persona torciendo una esquina a toda prisa en la mitad del pasillo.
-¡¡Mi presa, mi presa!! -chilla por enésima vez.
Ni a los que les acaba de tocar la lotería chillan tanto de alegría.
La sombra que huía por los pasillos volvió a llorar, nerviosa al ver que su depredador le pisaba los talones.
Los gritos de éxtasis de Beyond me están dejando sordo y la garganta me abrasa de tanto correr sin tener apenas tiempo para respirar.
Habíamos acorralado a la sombra en un pasillo que acababa en una puerta.
La sombra empezó a sacudir violentamente el pomo de la puerta, pero éste no se abría.
Me quedo parado unos metros más alejado, mientras observo serio cómo Beyond se acerca lentamente a su presa. Puedo escuchar los desesperados gemidos de terror del hombre agazapado al final del corredor.
-Ya te tengo, mi querido Kira... Celebrémoslo con un chorro de...
Estaba apunto de hacerle un tajo horizontal en la garganta cuando algo lo detuvo en seco.
-T-Tú... -empezó a tartamudear. -¡¡¡Tú no eres Kira!!! -aulló de rabia.
Oigo como el humano da un grito de dolor mezclado con miedo cuando Beyond le pega una cuchillada de impotencia en el brazo.
-¡Beyond! -exclamo acercándome a la escena.
Veo en la semioscuridad a un hombre de unos 27 años, de pelo medio largo, completamente negro y peinado desde atrás de la cabeza hacia delante gimoteando sentado en el suelo. Es bastante pálido y muy delgado, y viste totalmente de negro.
Un charco de sangre nace desde el lado donde reposa su brazo mutilado.
Me anticipo a las intenciones de Beyond de meterle otro tajo y le sujeto de la cintura, apartándolo del hombre.

-¡Maldito Seek!¡Me has despistado!¡Voy a tener que matarte para llegar a Kira! -berrea Beyond hecho una furia, sin dejar de revolverse entre mis brazos dando cuchilladas al aire.
De pronto se oye una especie de gruñido al otro lado de la puerta y Seek y Beyond se callan súbitamente.
-Es... es... Es él... -tartamudea aterrorizado el hombre con voz aguda.
Beyond deja de revolverse y relaja el cuerpo, quedándose medio colgado en mis brazos.
Sus caras reflejan tanto miedo como la mía confusión.
Con un grito de pánico, Beyond se escapa de entre mis brazos y Seek se pone en pie de un ágil salto y salen huyendo los dos de donde estoy.
-Pero qué narices... -comienzo a decir arrugando la nariz sin entender absolutamente nada.
Entonces, la puerta que tengo detrás a mis espaldas se entreabre de un rápido movimiento y una mano me engancha súbitamente de la camiseta y me mete en la habitación, dejando como última palabra en el lúgubre pasillo un grito de horror.

viernes, 29 de noviembre de 2013

-Capítulo 11_En situación

-Capítulo 11_En situación

Beyond entra lentamente en la sala, mirando a la nada como si yo no estuviera allí presente.
Finalmente se sienta de cuclillas a mi lado, mirando al frente como si tuviera a alguien delante de él.
Con un giro brusco y lineal del cuello, clava su mirada carmesí en mis ojos.
Me pongo más nervioso aún.
Sus ojos son tan rojos que parecen inundados de sangre fresca, con una diminuta pupila negra clavada en medio como la cabeza de un alfiler.
-Jake... -dice con voz áspera -Es hora de salir de caza... -Quiero mi venganza... Él debe sufrir por lo que ha hecho...
-¿Qué? -pregunto confundido
-Kira... Kira... debe... morir... Morir... debe morir... ¡¡DEBE MORIR!! -grita fuera de sí, y empieza a reír como un loco lujurioso.
Me asusto bastante y me levanto del sillón alejándome del psicópata.
-¡Eh!¿A dónde se supone que vas?¿No vas a ayudarme a encontrar al maldito?
-Estas chiflado... Me das miedito -le digo atemorizado por que pueda montar en cólera. En vez de eso volvió a reír, con unas carcajadas algo más graves y siniestras.
-¿Y qué te hace pensar que tú no estás chiflado, querido mío?
Su expresión sádica me da más mal rollo aún.
-Vosotros... estáis todos chiflados -vuelvo decirle.
-Pero sabes que estamos chiflados como tú dices por su culpa, ¿verdad? -añade Beyond con un brillo en la roja mirada.
Mi expresión no parece satisfacerle.
-Kira... Kira me intentó engañar, y pese a que no lo consiguió en ningún momento, tomó las cartas de la Muerte y echó su último as contra mí, ganándome la partida -explica entre dientes. -Kira está aquí, en este mismo edificio. Le oigo reír y llorar constantemente -abre tanto los ojos mientras habla que parece que se le van a desbordar. -Ríe día y noche. No me deja en paz. Se burla de mí.
Cuando le coja, Jake, voy a sacarle hasta la última gota de sangre de las venas. Vamos a cazar, Jake...

-Capítulo 10_Algunas pistas

-Capítulo 10_Algunas pistas

Por suerte, según mi oído advierte, el pelirrojinegro se ha ido en dirección contraria de donde estoy.
Doy un respingo al haber escapado casi por los pelos.
Me siento algo confuso. ¿Por qué me he quedado sin oponer resistencia, dejando que me sobe y seduzca en vez de quitármelo de encima sin mayor demora?
Hay algo en mí con respecto a ese tío que me desconcierta profundamente.
Entonces me percato de que aún tengo el vaquero desabrochado. Al menos ya se me ha pasado el subidón de hormonas.

-Estás en un buen lío, J -oigo decir a una voz a mi lado.
Me giro mientras termino de abrocharme el cinturón y me encuentro al niño de las advertencias raras de antes.
-Muy bien chico listo. ¿Se puede saber quién eres tú y que diablos son esos discursos tuyos?
-Date -responde él
-Pues yo que sé, en teoría hoy es 2 de octubre. ¿A qué viene esa pregunta?
-Date. Me llamo Date. Date Roadcreep -replica él frunciendo un poco el ceño. -Y esos de antes son Grim Cinderhill y Rape Initial.
-Grim... Rape... Menudos nombrecitos... ¿Acaso vuestros padres no os quieren? -exclamo con cierto sarcasmo.
-No tenemos padres. Llevamos toda nuestra vida aquí. No conocemos más allá de las paredes de este orfanato. Pero intuimos cosas. Somos piezas de un puzzle que alguien debe resolver. Y ese alguien... eres tú -dijo apuntándome con el dedo índice.
Me quedo mirando el dedo como si se tratase de algo desconocido para mí.
-Ya, claro. ¿Y por qué yo? Será que no hay gente lista en este mundo...
-Porque tú nos conoces mejor que nadie, J.
Si no quieres resolver el puzzle puedes quedarte sin hacer nada hasta que te vuelvas completamente loco y te mueras. -respondió a mis protestas.
Siento que estallo de ira y le empiezo a gritar
-¿Pero a ti qué coño te pasa ¡Deja ya de decir gilipolleces paranormales! Quiero volver a casa ¿sabes?¡Nada más!
-Pues entonces resuelve el puzzle -responde él sin más. -Busca las pruebas. Cuando averigües lo que realmente sucedió, volverás a casa.
-Sí ya, claro. ¿Y cómo estás tan seguro de así sucederá?
-Porque me lo ha dicho tu destino. Nos vemos, Jake.
Y desapareció fuera de mi vista silencioso como un gato.

Tras unos instantes de empane, Grim me sorprende saltándome encima como ya casi de costumbre.
-¡Jake! -exclama, abrazándome con fuerza la cintura.
-Hola pequeño -le respondo revolviéndole el pelo cariñosamente, pero me quedo paralizado cuando alza el rostro para mirarme y lo encuentro manchado de sangre. -Que...¿Qué te ha pasado? -le pregunto asustado.
-Fui a jugar con Seek y Beyond. Nos hemos reído mucho -me dice tan alegremente- Jake, Beyond quiere verte. Esta noche. Dice que no te hará nada. Ya ha jugado con Seek.
Me quedo helado, sin saber qué decir.
El tío loco que empezó a saborearme esta mañana.
Deduzco que es peligroso negar su petición, así que acepto temeroso la siniestra invitación.
-Muy bien, iré a decírselo. Quédate esperando en ese sillón de ahí -me dice señalando al interior de un salón tenuemente iluminado. -En seguida viene, ¿vale?¡Adiós Jake! -se despide alegremente.
De modo que me senté y me quedé mirando por la ventana cómo el cielo iba oscureciéndose cada vez más, hasta que una figura encorvada apareció en el umbral del la salita de estar.

-Capítulo 9_Entre la espada y la pared

-Capítulo 9_Entre la espada y la pared

Congelado.
Me he quedado literalmente congelado.
Me encuentro a un par de metros de la situación, y lo que está sucediendo es algo que sólo se cuenta en los medios, pero no se ve en vivo nunca.
Una violación.
Estaban violando a Grim.
Un tío alto, un poco más que yo al menos, de cuerpo atlético y pelo medio largo con mechones rojos y negros como los restos de una hoguera encendida tiene empotrado a Grim contra la pared del pasillo y le está sodomizando.
Grim no parece oponer mucha resistencia, incluso y a pesar de ser tan solo un niño y no tener mucha fuerza, pero tampoco parecía estar disfrutándolo en absoluto.

-Vamos Grim, confiesa de una vez. -dijo el tío pelirrojinegro entre dientes. -Has estado jugando con quien no debías, ¿verdad?
-No... No es verdad... Grim le quiere, pero sólo quiere jugar con Rape. -lloró Grim.
-Pero es que Rape sólo quiere que Grim le desee a él, a nadie más que a él -gruñó el violador.
Debió de meterle duro, porque un gemido de dolor salió de la boca de Grim.
-¡¡Déjale en paz!! ¿¡Te crees que puedes ir violando niños así, tan tranquilo!? -le grito encolerizado
Con un gruñido, clava su mirada en mí a través de sus gafas de piloto y, trar pensar algo para sus adentros, sigue a su rollo.
El pobre niño volvió a gemir cuando el pelirrojinegro le penetró de nuevo.

No puedo contenerme más.
Recorro la distancia que hay entre mí y ellos en cuatro agresivas zancadas y me pongo detrás del tío.
Le atenazo los brazos con la zona interior de mis codos y tiro de él hacia atrás para separarle del pobre crío.
Es cierto que Grim resulta bastante repelente por fuera, pero lo poco que he pasado con él me ha hecho cogerle un cariño especial. Además, él es mi única esperanza aquí.

Logro despegar al pelirrojinegro del trasero de Grim, que se escurre hasta el suelo, machacado físicamente.
Preferiría no haber visto el estado del ano de Grim. Era casi tan horrible como la quemadura de su cara.
-¡¡¡CORRE!!! -le grito angustiado.
Grim sigue medio arrodillado en el suelo de cara a la pared.
El pelirrojinegro se revuelve salvajemente intentando librarse de mí. Cojo y le apreso con fuerza con ambos brazos el pecho, pero se revuelve con mucha agresividad y noto que me empiezan a arder los brazos del esfuerzo.
-¡¡Grim, vete, por favor!! -le grito desesperado.
Reacciona e intenta  ponerse en pie, pero un dolor atroz en el ano le hace dar un alarido y vuelve a caer al suelo.
Mi rehén está a punto de sobrepasar mi resistencia y ser libre de nuevo.
Pero Grim vuelve a ponerse en pie y logra salir medio corriendo, aunque muriéndose de dolor por la notable dilatación que le había causado Rape al penetrarle.

Tras unos segundos más de retensión que se me hacen eternos para darle tiempo a Grim de alejarse de su depredador, los brazos me ceden y la bestia queda libre.
Pero en vez de salir corriendo en busca de su presa como yo había previsto que sucediera, se queda quieto un segundo y, lentamente, se gira hacia mí.
Nunca antes había visto una mirada tan perversa, sólo en las películas.
Trago saliva.
Mi instinto me dice a gritos que salga corriendo de allí, pero hay algo en mi interior que no me cuadra.
Se me acerca y me empotra contra la pared, con sus extraños ojos semi ambarinos clavados en los míos.
El pulso me va a 100 y respiro entrecortadamente.
Le tengo prácticamente pegado a mí, y puedo notar lo cachondo que está.
'Jake, sal corriendo... Vamos Jake joder, qué coño te pasa...' me digo a mí mismo mentalmente.
El tío raro de la sangre me puso cachondo al morderme en el cuello, y sin embargo a la mínima le empujé y me le quité de encim...
Un voraz bocado en el cuello me corta el pensamiento.
'Hijodelagran..' -dije en mi interior.
Había dado con mi punto débil.
Me pueden zorrear mucho, sea un tío o una tía, que yo puedo quedarme tal que nada, me enseñen lo que me enseñen, pero si me muerdes bien mordido en el cuello, pierdo el control casi por completo.
Siento que se me pega más aún y que me empieza a meter mano.
Me estoy dejando llevar, y eso es malo.
Además, si me da por culo a saber lo que me puede transmitir.
Entonces me desabrocha el botón del vaquero y empieza a bajarme la cremallera y a urgarme ''por ahí''
Ya está yendo demasiado lejos. O salgo corriendo de una jodida vez o acabo porculizado.
Con muy mala leche, levanto la rodilla con un movimiento mecánico y se la clavo en los huevos.
Un berrido de dolor le hace despegarse de mí sin necesidad de apartármelo yo de encima.
Entonces salgo pitando con la bragueta y el cinturón aún desabrochados y todavía empalmado del éxtasis.
Intenta salir corriendo a darme caza, pero el estado de sus genitales no es precisamente el mejor para correr detrás de alguien.
ADVERTENCIA: a partir de este capítulo (comienzo del 9) van a aparecer violaciones yaoi. Las violaciones no las he escrito por puro morbo, me parece algo completamente inmoral en la sociedad. Simplemente es parte de la historia. Si decides seguir leyendo, bien. Está advertido.

-Capítulo 8_Advertencia

-Capítulo 8_Advertencia

Llevo una tarde y una noche encerrado en este edificio y ya estoy empezando a perder la noción del tiempo.
No sé qué hora es, pero me levando al sentir que no puedo dormir más. Llevo 24 horas sin comer ni beber nada, y ya no se por donde buscar.

Algo acongojado, abro la puerta con la llave y me asomo un poco para comprobar que no hay ningún hematófago esperándome para desayunar.
Salgo del todo y me guardo la llave por si acaso.
Pero entonces me doy cuenta de que el pasillo en el que me encuentro no es el pasillo de las puertas.
Me vuelvo, intento abrir mi puerta pero no se abre. Pruebo metiendo la llave y tampoco funciona. Perfecto.

Ya nervioso y sin saber adonde ir comienzo mi desfile solitario por los pasillos.
Justo estaba a punto de torcer una esquina cuando una criatura de metro veinte me salta encima emitiendo un bufido.
Pego uno de mis ya mencionados gritos y una risa infantil con un toque demencial resuena por todo el pasillo.
Exasperado, observo a un niño rubio con una quemadura en la mejilla izquierda revolcándose por el suelo a lo croqueta y partiéndose de risa.
-Te crees muy gracioso ¿eh canijo malcriado? -le gruño
-Ezí -me contesta Grim con una amplia sonrisa.
Gruñendo, le dejo tirado en el suelo y me dirijo hacia otro pasillo con un propósito incierto.
-¿No quieres comer? Te he traído una tableta de chocolate -oigo tras de mí.
-¿Choc-colate?¿Has dicho chocolate? -pregunto estupefacto. ¿En serio ese crío me ha traído algo de comer?
-Sí, es para ti. Grim quiere a Jake. Grim cuida de Jake como de un hermanito.
Cojo la chocolatina como si valiese lo que vale un diamante y la abro lentamente, como si fuera a romperse.
Siento que se me han humedecido los ojos, y para cuando iba a darle gracias mil al niño, había desaparecido.
Ahora sin él me sentía muy inseguro.

Mientras devoro lo más despacio que me es posible para disfrutar del chocolate, continuo deambulando por los pasillos.
No es la segunda planta a la que llegué ayer tras mi encuentro con Grim, pero es casi idéntica.
De pronto, al llegar a un nuevo pasillo descubro unas escaleras grandes que descienden a otra planta.
Son las primeras escaleras que encuentro en el laberinto de pasillos, pero el hecho de que conduzcan a una planta baja no me hace demasiada gracia relacionándolo con mis primeras aventuras de ayer.
Sin embargo, si uno piensa en conjunto, el pasillo de las puertas en el que dormí ya no es el mismo. ¿Sucederá de la misma manera con las plantas?
Finalmente dejo de darle vueltas al asunto y comienzo a bajar los escalones algo nervioso.

El pasillo al que llego no está muy iluminado, pero se ve algo.
Comienzo a caminar con precaución y me paro en seco al observar que hay un niño de la altura de Grim, tal vez un pelín más bajito, de ojos azul grisáceo, casi translúcidos como un cristal coloreado y pelo completamente blanco, algo largo y medio desaliñado, parado en medio del pasillo con un peluche medio roto colgando de una mano.
-No deberías pasar tanto tiempo con G.
R se pondrá celoso y te castigará.
A R le gusta jugar con todo el mundo, pero no le gusta que otros jueguen con sus juguetes -dijo de repente con una voz demasiado inanimada para ser de un niño.
-¿Q-Qué? -le pregunto, desconcertado.
-Solo es un consejo. Haz lo que quieras. Pero será mejor que te olvides ya de G o al menos dejes de buscarlo.
R sabe bien cuándo alguien ha estado jugando con sus juguetes.
Ahora, me voy a jugar a mi cuarto. Adiós, J...
Me he quedado alucinando.
¿Quién demonios era ese niño tan fantasmagórico?¿Y de qué me estaba advirtiendo? Yo en ningún momento he cogido ningún juguete, y tampoco he jugado con...

Un gemido ahogado cruzó el pasillo.
Me quedo paralizado.
¿Qué ha sido ese sonido?
Se vuelve a escuchar, pero esta vez más contenido.
Me concentro un momento, con todos los sentidos puestos en alerta.
Otra vez el mismo gemido, repetidas veces, cada dos o tres segundos.
Entonces, identifico la voz.
Grim.
Salgo corriendo en su ayuda desde donde provienen los gemidos, hacia el interior del pasillo.

-Capítulo 7_Tras las puertas

-Capítulo 7_Tras las puertas

Una deslumbrante ola de luz invadió la habitación, cegándome durante unos instantes hasta que me acostumbré.
Era una habitación bastante simple, con una moqueta gris oscuro, una cama baja pegada a la blanca y densamente decorada pared. Densamente decorada con marcas en sangre.
El intenso blanco del cuarto y la iluminación hacía que contrastase mucho más de lo que lo haría por ejemplo en el cuarto que se incendió.
La moqueta estaba plagada de cristales de diversos objetos, desde cristales de tarros de vidrio a fragmentos de espejos.
Los cristales de vidrio estaban esparcidos por el suelo y la gran mayoría manchados de sangre.
Los pedazos de espejo estaban pegados a la pared formando siluetas incoherentes que reflejaban luz e imágenes por doquier.
Sin embargo, lo que más destacaba era la pared.
Había pintadas en sangre que parecían un mural de pintura de dedos roja hecho por niños de primaria.
'B quiere mermelada. D juega y le da mermelada a B. B quiere mucho a D.' ponía en una pared.
'Recuerda la fecha... La fecha... 28 de enero. N hizo algo bueno por L. L quería a N. B quiere a D.'
¿Qué era todo eso?
Sobrecogido, di un pequeño paso hacia atrás. Entonces, sentí que había alguien tras mí.
Me volví y me vi cara a cara con un ser de pelo negro revuelto, pálido, ojeroso y de ojos rojos como los de un demonio.
Iba entero vestido de negro y medio encorvado.
Tenía ropa y cara salpicadas de sangre.
Olía tanto a sangre que se podía percibir mediante el olfato la clara presencia de hierro en el fluido.

Cerró la puerta de golpe y me puso contra esta.
De repente alza un afilado cuchillo empapado en sangre y me lo posa en el cuello.
-¿Qué hace alguien normal como tú aquí solito, deambulando por las habitaciones? -me pregunta, relamiéndose como un lobo que acorrala a su presa agotada.
Muerto de miedo, empiezo a tartamudear, pero me callo al sentir la fina caricia del filo del cuchillo que asciende por mi garganta.
-Sabes, querido huésped... Hace un día que se me acabó la mermelada... y si la venganza no llega cuando se acaba la mermelada... Beyond quiere SANGRE.
Y tú estás fresco, hueles bien, eres puro...
Dicho esto, sin despegar el cuchillo de mí se puso a olerme con fuerza, pegándose mucho a mí, y acto seguido a empieza a mordisquearme un lado del cuello.
Noto que me empalmo al morderme el cuello, pero aprovechando que ha retirado un poco el cuchillo le meto un empujón empotrándole contra la pared y salgo corriendo a toda prisa.
Puedo escuchar un aullido de rabia y me meto sin pensarlo en otra habitación.
Por suerte ésta no tiene nada extraño a simple vista y en una mesa hay una llave.
Rápidamente cojo la llave, la meto en la cerradura y cierro desde dentro.
Al instante llega el psicópata con sed de sangre e intenta abrir la puerta.
Sobrecogido, me quedo acurrucado en un rincón hasta que dando un puñetazo de rabia en la puerta se marcha aullando de ira.

Ya casi es de noche y apenas hay ya luz en el cuarto.
No solo he tenido la suerte de meterme en una habitación normal, sino que además tiene cama.
Agotado de la actividad del día me meto entre las sábanas vestido con la ropa de calle y me duermo en seguida, esta vez ya sin esperanza de despertar en casa.

-Capítulo 6_ En paradero desconocido

-Capítulo 6_ En paradero desconocido

¿Qué debía hacer ahora?¿A dónde debía ir?
He llegado a dar por supuesto que estoy delirando, pero mis sentidos afirman que esto es demasiado tangible como para ser abstracto. Estoy en la pura realidad.

Me pongo en pie y comienzo a deambular por los pasillos en paradero desconocido.
Recuerdo de repente que tengo que buscar comida y bebida. Podría habérselo preguntado al niño ese, pero se me olvidó por completo. Maldición.
Aunque, pensándolo por el lado bueno, si hay gente sobreviviendo aquí es porque tienen recursos para subsistir, ¿no?
Así que comienzo mi campaña de exploración del edificio.
A la planta de abajo no pienso volver; me ha causado ya suficientes sustos y no hay más que oscuridad en un laberinto de pasillos estrechos.
Pruebo a ir por el pasillo que queda a mi izquierda en el extraño cruce. Al principio de éste hay un pequeño escalón y una planta alta bastante bien cuidada. Subo el peldaño y me adentro en el corredor.
La luz blanca que entraba por las ventanas situadas al inicio de cada pasillo del cruce empieza a atenuarse y me pongo un poco nervioso.
Doblo una esquina a la derecha al final del pasillo y paso a otro más oscuro.
Por suerte, me percato de que hay una llavilla de luz que enciende al instante un centenar de lamparitas que recorren perfectamente alineadas ambas paredes e iluminan con una luz amarillenta todo el pasillo.
Sigo avanzando y observo que la pared que queda a mi derecha está llena de puertas de madera algo descolorida, como si fuera un albergue.
Bueno, se supone que es un orfanato, tiene sentido.

Llevo ya hora y media dando vueltas por los pasillos y no he logrado llegar a ningún punto clave. Ni siquiera he encontrado unas escaleras que me cambien de planta, ni para arriba, si es que las hay, ni para regresar a la planta de abajo, aunque en principio no tengo intención de volver a ésta.
¿Estará la clave en las habitaciones que no me atreví a abrir?
Ya puede como, aunque ilógico que parezca, hay escaleras que conectan una planta con otra dentro de las habitaciones.

Algo inseguro de lo que iba a hacer, volví al pasillo de las puertas y abrí lentamente con el corazón en la garganta la primera puerta.
Sobrecogido por lo que me podría esperar en su interior, entré.

-Capítulo 5_ Grim

-Capítulo 5_ Grim

No sé cuántos gritos llevo dados en toda la historia, pero os aseguro que este es de los peores.

Los puntos se acercan poco a poco a mí.
Me doy la vuelta e intento abrir la puerta para salir de nuevo corriendo como un loco, pero esta vez el pomo no obedece.
El pánico me invade de forma brutal.
Empiezo a gritar de histeria y pierdo el control.
Sé que la puerta no se va a abrir, pero no puedo dejar de sacudir el pomo como si me estuviese electrocutando.
Tras el momento de manía, me da un bajón y me escurro hasta el suelo, llorando de angustia.
Abro los ojos y veo que tengo el par de puntos amarillos a veinte centímetros de la cara.
Me empieza a temblar la boca.
No son dos círculos cualquiera; son dos ojos sin pupila.
Me quedo paralizado del miedo.
De pronto se enciende una cerilla y tengo ante mí a un niño de unos 10 años de pelo medio largo rubio con mechones negros, ojos literalmente amarillos y una espantosa quemadura en carne viva en la mejilla izquierda, justo debajo del ojo naciendo del borde de éste.
Doy un fuerte alarido y lo aparto de mí de una patada.
Salió volando y cayó con un quejido a un metro de distancia de mí, al borde de una cama, y la cerilla que llevaba instantes antes en la mano prendió fuego a la colcha.
Aterrado, vuelvo a intentar abrir la puerta, pero seguía cerrada.
El fuego se extendió rápidamente, tragándose la cama entera, la pequeña mesita de noche que había junto a ésta y pasando a la cama que quedaba al otro lado de la mesita.
Perfecto, a ver cómo demonios salgo ahora de esta.
El calor empezaba a ser insoportable, y si no encontraba pronto una vía de escape podrá decirse de mí que morí ardiendo en el infierno.

-Los niños no podemos jugar con fuego... -me dice de imprevisto el niño masacrado con una retorcida sonrisa.
-¡¡Cállate!! ¡¡Hay que salir de aquí como sea!! -le grito fuera de mí.
-Por ahí... -dice calmosamente, señalando unas estrechas escaleras de las que no me había percatado.
Rápido como una serpiente, subo corriendo los descoloridos peldaños de yeso y me topo con una puerta, que para mi suerte, estaba entreabierta.
Cierro de un portazo y suspiro un poco más aliviado al haber escapado exitosamente del incendio.
Entonces caigo en la cuenta de que había dejado al niño de la cara mutilada en el cuarto en llamas.
El cargo de conciencia me puede y abro de nuevo la puerta para ir en su busca y sorpresa.
No hay ni rastro ni del incendio ni del niño, sólo un cuarto completamente oscuro con un fuerte olor a cerrado.
Confuso, vuelvo a cerrar la puerta y doy un bote al volverme y ver al niño rubio mirándome con su demencial sonrisita.
-Hola Jake -saluda sin dejar de sonreír.
Me quedo con la boca abierta y los ojos como platos.
Es clavado al chico rubio de mi anterior pesadilla.
Además, me había saludado de la misma manera que ponía en la nota de la Sala de Profesores.
Entonces, ¿tendría alguna relación el sueño que tuve esta mañana con la nota esa y la situación en la que me encontraba ahora?
Está bien, tendré que tomarme esto con más calma si quiero llegar a algún lado.

El sitio en el que nos hallábamos seguía siendo un pasillo, pero un poco más amplio e iluminado. Un poco más hacia la izquierda podía observarse una especie de cruce de cuatro pasillo con distinta dirección cada uno.
-¿Dónde demonios estoy? -pregunto al niño.
-Watari no está, Watari se fue... -canturrea él con voz infantil girando sobre su tronco de un lado a otro y moviendo los brazos de la misma manera, ignorando mi pregunta por completo.
Inspiro profundamente, intentando tener paciencia.
-¿Quién es Watari?
-No lo sé... -responde con voz tontorrona, mirando al suelo y poniéndose el dedo índice sobre el labio, sin dejar de bailotear.
Me estampo la palma de la mano en la cara, ya desesperado con aquel crío.
-¿Y tú quién eres? -me pregunta acercándoseme a la cara como queriendo examinarme.
El hedor a carne en desconposición del pus que mana de su quemadura se me mete por las fosas nasales y me provoca arcadas.
El pelo grasiento le cae sobre la cara en mechones, formando un flequillo de color negro carbón que le cubre por completo el ojo derecho.
El resto del pelo lo tiene rubio, y le llega casi por los hombros.
Es pálido y pequeñito, de un metro veinte aproximadamente, y está bastante delgado, aunque sin llegar a estar en los huesos.
Viste una sudadera azul oscuro cuyas mangas le tapan casi del todo las manitas y un pantalón como de pijama gris oscuro que le está un poco grande. Además, va en calcetines blancos como si fuese por su casa.
-Está bien, si me contestas te lo digo.
-Valee -me responde dando un saltito. Si no causase tanto repelús se podría llegar a decir que es mono y todo.
-Esto es mi casa. Un orfanato. Y vivo con mis amigos Beyond, Date, Kira, Seek y Rape.
-¿Qué?¿Un orfanato?¿Kira, Beyond, Seek, Rape, Date?¿Quiénes son esos? -le pregunto, estupefacto.
-Mis amigos... Son como mis hermanos. ¡Ya les conocerás!¡Son muy majos! -exclamó con una sonrisa.
¿Qué? Pero... yo estaba en el instituto... ¡Eh, espera!¿A dónde vas? -le grito al ver que de pronto se va corriendo.
¡Me voy a jugar!¡Hasta luego Jake! -chilló alegremente -¡Grim se despide! Y desapareció por uno de los pasillos del cruce.
-Grim... Anda que no le pega el nombre ni nada... -digo para mis adentros con cierto humor negro.
Pero... ¿quiénes serían los otros que mencionó?

-Capítulo 4_ Comienza la pesadilla

-Capítulo 4_ Comienza la pesadilla

Lentamente, abro los ojos y me adapto rápidamente a la poca luz de tarde que se filtra a través de una ventana con la persiana medio bajada.
-¡Eh!- exclamo en la silenciosa penumbra.
-¡¡Eeh!! ¿Hay alguien que pueda oírme? -grito de nuevo.
De pronto, con un crujido, la puerta se entreabre.
Asustado pero decidido, avanzo a zancadas hasta llegar a la puerta.
-¿Hay alguien ahí? -pregunto asomando la cara al pasillo.
-'Hay alguien... hay alguien... Jake... Jake...' -oigo repetir una voz melodiosa en el  pasillo.
Se me hiela la sangre.
Aquel no era el pasillo del instituto.
Estaba totalmente oscuro, menos la columna de luz que se colaba por el hueco de la puerta en el que estaba yo asomado.
Las paredes eran de un suave color arena, con una bonita moldura trapezoidal de rodapié y el suelo tapizado con una moqueta color rojo sangre seca que parecía de longitud infinita.
Estaba tan oscuro que no alcanzaba a ver ni el principio ni el fin del estrecho corredor.
Confundido por la situación, no me percato de que me estaba saliendo del umbral de la puerta y, sin previo aviso, se cerró de un sonoro golpe tras de mí.

Ahogué un grito de terror cuando la puerta se encajó en el marco y la poca luz que había y me permitía ver algo se extinguió.
Un sudor frío me recorrió todo el cuerpo.
En algún lugar del edificio, puede que una planta más arriba, se escucha una risa maníaca.
Me contengo esporádicamente, sobrecogido por el alarido.
En otro lugar algo alejado de este punto se oye un sonido parecido al de una cucharilla de metal al caer dentro de un tarro de cristal vacío y un grito de ira que reclama sangre.
Siento que me cuesta respirar.
Cierro los ojos, me apoyo de espaldas contra la pared del pasillo y me digo a mi mismo una y otra vez que sólo está siendo un mal sueño.
Se escucha el bufido de la cabeza de una cerilla al rozar contra el papel de lija y el ronroneo de una llama al crecer en el pequeño palito de madera.
El corazón me late con fuerza como diez caballos salvajes en pleno galope.
En el pasillo contiguo oigo como si empotraran a alguien contra la pared y a continuación un gemido ahogado y algo parecido a un jadeo ronco. 'No... No... Déjame ir... No, ah, sí, ah, sí quiero...' -oigo decir a través de la pared.
Aprieto párpados y dientes hasta que noto pinchazos en los ojos y un gemido de angustia y desesperación se me escapa de la garganta.
-Vamos a jugar... Vamos a jugar... -dice una voz impersonal avanzando por la oscuridad del corredor.
No puedo soportarlo más.
Mi instinto se dispara como un tapón de corcho y salgo corriendo en dirección contraria de donde proviene la voz.
No veo nada, pero eso no parece importarle al animal que llevo dentro. Giro a la derecha medio estampándome contra la pared y corro cuatro metros más hasta que dejo de escuchar psicofonías.
Creía que en cuanto echase a correr, me encontraría pataleando como un loco en mi cama, pero desgraciadamente, no ha sucedido así.
Me acuchillo tembloroso contra la pared, haciéndome un ovillo, tiritando como si padeciera hipotermia.
Poco a poco, dejo de temblar y voy sumergiéndome en un sueño inestable, con la vaga esperanza de despertar en mi cálido cuarto, en mi acogedora cama, medio enredado en las sábanas. Pero una maliciosa vocecita interna me dice que no será así. Porque uno no puede despertar de la pesadilla dos veces seguidas...

Poco a poco, vuelvo a abrir los ojos, aún con la vana esperanza de encontrarme en mi cama.
Bien como a fin de cuentas suponía, no fue así.
La oscuridad total todavía me envuelve, sin rastro alguno de un haz de luz, por pequeño que pudiera ser.
La claustrofobia vuelve a invadirme el sistema nervioso, acelerándome automáticamente el pulso cardíaco y la respiración.
No sé qué hacer ni adónde ir, lo único que sé es que no puedo tirarme eternamente allí.
La tripa me ruge, y caigo en la cuenta de que si estoy atrapado en el edificio tendré que buscar algún lugar en el que haya una fuente de agua y algo de comida.
No soy ningún experto en supervivencia, pero eso lo deduce hasta un crío de siete años.

Con un suspiro, me incorporo sobre mí mismo y me pongo en pie, todavía algo mareado.
Pero de repente me doy cuenta de que dos puntitos amarillo brillante me observan fijamente en la oscuridad.
Están muy cerca de mí, a un metro y medio, y brillan como ascuas en un cuarto oscuro.
Doy un grito de pánico y un terror irracional me agita las venas de pura fobia.
Salgo corriendo por el pasillo medio cayéndome por los suelos de los nervios. Cuando me he alejado lo suficiente girando varias esquinas con las que me encontré en mi desesperada huida (y contra las que me estampé), comienzo a tantear nerviosamente las paredes del corredor en busca de alguna puerta.
Siento el marco de una, logro llegar al picaporte y por suerte éste cede sin problema.
Entro como una exhalación, cierro a toda velocidad y me quedo con la espalda apoyada contra la puerta dejando mi peso caer para que nadie pueda abrirla.
El corazón me late con violencia, hasta que se calma un poco, pero no por mucho tiempo.
El chirrido de una puerta vieja al abrirse en algún punto del cuarto en el que me encuentro altera de nuevo la poca tranquilidad que había acumulado al sentirme un poco a salvo.
En la oscuridad oigo un gateo y el diabólico par de puntos amarillos reaparece descendiendo en las tinieblas de la habitación.

-Capítulo 3_Un suceso inesperado

-Capítulo 3_Un suceso inesperado

Llego al instituto y cruzo la verja justo cuando suena el timbre.
Cruzo el pasillo principal repleto de taquillas color gris claro hasta llegar a la mía, la número 28. La abro y meto los libros de Matemáticas y Electrónica, cierro, vuelvo por donde he venido y subo las escaleras para ir a clase de Lengua.
Cuando entro, ya ha llegado al menos la mitad de la clase.
Cojo sitio en la fila del centro y entra el profesor con un taco de hojas de examen.
Cae la hoja sobre mi mesa y mi mente comienza a analizar en el disco de memoria visual. Desde siempre he sacado más provecho de la ligera memoria fotográfica que tengo que de memorizar lecciones a lo bruto.
Pasan los minutos, pienso, escribo, rectifico y... Cuatro minutos antes de que el profesor reclame los exámenes acabo de rellenarlo todo.
Estiro el cuello hacia atrás, me revuelvo un poco el pelo y me relajo en el asiento.
Observo de reojo algunas caras angustiadas mientras el profesor va cogiendo uno por uno los exámenes.
Suena el timbre y me dispongo a recoger los bolígrafos e ir al aula de Ofimática.

Y así durante toda la mañana hasta la una, prácticamente todos los días de mi vida.
Al fin, suena el timbre que anuncia el final de las clases por hoy.
Avanzo por los pasillos medio tropezando con los chavales de cursos menores y, para cuando salgo al jardín, Beck, Jack, Vicky y Dave aún no han salido.
Tras tres minutos de espera, la melena negra con mechas fucsia de Vicky y la melenilla despeinada rubia de Dave aparecen entre la multitud.
-¡De verdad, esto es flipante, tío! -oigo vociferar a Vicky, con cara de lobo encabritado (por algo la llamamos Wolfmadame, tiene un carácter increíble, mirada penetrante e incluso tiene los incisivos secundarios en punta)
¡No me digas que no te dan ganas de mandarles a Australia de una patada! (sí, ella es australiana, y está muy buena)
-Sí Vicky, tranquila, relájate... -suspira Dave mientras los chicos de primero y segundo de ESO que tanto exasperaban a Vicky seguían correteando por doquier.
Vicky sobresaltó a tres de ellos con una especie de ladrido de los suyos, que huyeron lejos de su ira.
-Hey, qué tal Jake, como te ha ido el día -me pregunta amistosamente.
-Pues bien, normalito, como siempre jeje -contesto yo.
En seguida, poco después de que Vicky y Dave lograsen alcanzarme, aparecieron Jack, el hermano de Dave, y Beck, mi mejor amigo.
Cualquiera podría decir que Beck es mi hermano, de hecho, cuando alguien nos recién conoce, suele cometer el fallo de suponer que lo somos.
Tiene el pelo completamente negro, un poco más largo y lacio que el mío, con flequillo semirrecto casi cubriéndole por completo los ojos, que nunca nadie ha logrado saber si son  grises o azul brumosos. Es blanco como la leche, de labios finos y facciones perfectas.
Está flaco como un palillo y mide más o menos lo mismo que yo, quizá un par de centímetros más.

Jack es el hermano mayor de Dave, aunque realmente tan sólo se llevan poco más de un año.
Es alto, de pelo castaño ondulado, ojos verde esmeralda con pestañas largas y unas pocas pecas en las mejillas.

Dave es algo más bajito, de pelo rubio oscuro algo encrespado y de ojos marrones, y tiene la nariz un poco grande.

Los dos son profesionales en el skate y les gusta el surf y el snowboard más que a un niño un caramelo.

Como ya os dije antes, Vicky es la única chica que va siempre con nosotros.
Es directa y espabilada, y mejor persona de lo que aparenta.
Tiene el pelo negro largo teñido con mechas rosa fucsia, liso y con un flequillo desfilado que permite entrever sus brillantes ojos verde oscuro.
Labios rojo cereza y nariz pequeña y respingona.
Es algo más bajita que todos nosotros y siempre viste con camisetas negras algo ajustadas.
Tiene un aro negro en la nariz y en el centro del labio inferior, y una bolita de plata en el ombligo y la lengua.

-Jake -me llama Beck. ¿Me acompañas al baño un momento?
-Vale -contesto yo.
-Oh venga, vamos, no me jodáis... -rechista Vicky. Ahora a estarnos aquí hasta las tantas.
-Vicky, no te va a pasar nada por esperar diez minutos -interviene Jack.
-Venga, ahora venimos. Chao -les digo alzando una mano.

Nos despedimos de nuestro grupo y nos disponemos a entrar en el instituto.
Cuando estábamos ya a punto de llegar a los baños de chico, Beck se frena en seco y se lleva la mano a la cabeza.
-Ostras... -suspira.
-¿Qué pasa? -pregunto, preocupado.
-Se me ha olvidado darle al profesor de Física el trabajo de física cuántica. Voy corriendo a la Sala de Profesores. Vuelvo en seguida -se despide tocándome el brazo y sale corriendo por el pasillo.
-Vale, pero date prisa -le grito- No quiero que Vicky me mate dolorosamente.
Levanta la mano en señal de afirmación, gira la esquina y desaparece de mi vista.

Pasó un minuto, otro minuto, y otro y otro y otro más, y Beck no aparecía.
Pruebo a llamarle al móvil, pero debía de tenerlo aún en modo Silencio.
Me muerdo el labio, sin saber muy bien qué hacer.
Me asomo a la ventana para ver si Vicky, Jack y Dave seguían ahí, pero desde el ángulo en el que estoy no puede verse ese punto del patio.
Al final, decido salir en busca de Beck.
Por el pasillo, filtrándose a través de las puertas de algunas aulas se pueden oír fragmentos de explicaciones de los profesores que dan las clases de tarde.
Subo las escaleras corriendo y me adentro en el pasillo de la segunda planta.
¿Dónde demonios se meterá este tío? -gruño para mis adentros.
Al fin llego a la zona de las jefaturas, departamentos y salas de reuniones, al final del pasillo tras doblar una esquina y subir un pequeño peldaño. La Zona Prohibida, como tienden los novatos a llamarla.
Caminando más despacio, me acerco a la Sala de Profesores, agudizando el oído para poder deducir si Beck estaría hablando con el profesor de Física.
Al no captar ningún ruido, me acerco a la puerta y golpeo con los nudillos.
Sin respuesta.
Me muerdo el labio inferior, dubitativo. ¿Debía entrar o irme de allí?
No tenía ni idea de dónde se había metido Beck, pero al poder ser el caso de que hubiese salido de allí para encontrarse conmigo justo cuando salí en su busca, tendríamos que habernos cruzado, ¿no?

Finalmente, me decido a abrir la puerta y entrar. El picaporte cedió sin resistencia alguna. En verdad, era extraño que los profesores no hubiesen cerrado con llave la sala en su ausencia.
Entro caminando con lentitud, sintiéndome de algún modo vigilado por algo o por alguien.
Sobre la larga mesa  descansan unos folios perfectamente ordenados, en los que se podía leer en la primera página escrito a mano y con una caligrafía casi perfecta 'Principios Fundamentales de la Física Cuántica'
-Beck... -murmuro desconcertado.
De pronto, un pequeño trozo de papel de líneas resbaló de entre los folios.
Dejo el trabajo sobre la mesa y vuelvo la nota para leer lo que pone
'Hola, Jake :))' decía escrito en un trazado irregular del color de la sangre seca.
Un violento escalofrío me sacudió desde la nuca hasta el final de la columna.
Sin saber por qué, sentí un fuerte vértigo y me caí de culo con el papelito aún entre los dedos.

De repente, suena con estridencia la alarma de incendios, y  escucho en la planta de abajo un gran alboroto.
-¡Desalojen inmediatamente el centro! -grita un profesor de abajo.
Intento ponerme en pie, pero la cabeza me da vueltas y tan solo consigo dar dos torpes pasos antes de caer de nuevo de rodillas.
'Desalojen inmediatamente el centro' -repitió una voz por megafonía.
Vuelvo a intentar ponerme en pie, pero mis piernas no me obedecen.
'Desalojen, alarma de incendio'
Incendio... Incendio...
Algo muy malo empieza a relacionarse en mi cabeza.
Fuego a mi alrededor... Ojos como ascuas... Mechones de carbón... Una horripilante quemadura...
'La Nota. Busca la Nota'
La Nota.
Abro la mano y observo el trozo de papel que tengo sobre la palma. El mensaje había cambiado.
'Comienza la pesadilla, Jake. Muy pronto, nos veremos. Grim se despide. Adiós, Jake.'
Medio tirado en el suelo de la sala, con la frente perlada de sudor y los oídos medio taponados, tuve tiempo de ver segundos antes de perder el conocimiento a Beck observándome a través del hueco de la puerta entreabierta con una expresión completamente inhumana.
-Adiós, Jake... -dijo con voz de hielo. -Beck se despide...
-B-Beck... -tartamudeé, medio delirando.
Alcé la mano intentando aferrarme a algo para ponerme en pie y salir tras Beck.
Lo último que recuerdo es ver caer mi brazo inconsciente, perder de vista el pálido rostro de Beck y ver la puerta cerrarse.
Oigo el sonido de la puerta y se vuelve todo negro.

-Capítulo 2_ Algo sobre lo que hablar

-Capítulo 2_ Algo sobre lo que hablar

-La Nota- repito mientras abro unos ojos materiales.
-¿La Nota? Me incorporo sobresaltado, y el suave tacto de unas blancas sábanas se encuentra con mi sudorosa piel.
La cálida luz de la mañana ilumina mi habitación, ahuyentando a toda sombra hacia los estrechos rincones.
-Un sueño... Tan solo ha sido un maldito sueño- casi grito, mosqueado por haber sido tan niño de creerme que pudiese haber sido una experiencia real.
Saco las piernas desnudas de entre las sábanas y compruebo que no tenga ninguna quemadura. Me reviso tronco, abdomen, pecho, brazos y tan solo encuentro un largo arañazo en el antebrazo izquierdo que me hice el jueves jugando al basket cerca de unas zarzas.
-Qué estupidez... La Nota ¿eh? Como no sea una chuleta de Geografía...- me digo, intentando darme algo de buen humor ante la irritante suposición.
Pero me callo casi de golpe al darme cuenta de que un pedazo de papel de líneas descansa en mi mesa de estudio.
Medio tropezando con los pantalones a medio poner, me acerco con un escalofrío a la mesa.
Cojo el pedazo de papel arrancado y...
''Jake, te he dejado el café ya preparado. Tu padre hoy llega a las 7. No olvides pasar por la Academia para rellenar la matrícula. Besos. Mamá.
-Pero seré imbécil...- gruño. Definitivamente, no iba a ser muy buena mañana.
Refunfuñando como un viejo, termino de subirme los vaqueros y de ponerme el cinturón de cuero negro.
Voy al baño a lavarme la cara y mojarme el pelo moreno.
Salgo del baño, abro el armario y saco de entre un montón de camisetas grises, blancas y negras una de uno de mis grupos favoritos, Of Mice & Men. Vuelvo a entrar al baño y termino de arreglarme el pelo y comprobar que no tenga ojeras.
Realmente, soy uno de esos chicos de hoy en día que se preocupan bastante por su apariencia y por ello me he ganado un par de puñetazos en la cara e insultos como maricón, aunque yo no considero que ser homosexual sea en absoluto un insulto, de hecho, no hace mucho, con dieciséis años estuve con un amigo mío, pero se fue a Alemania y ahora a penas sé de él.
Lo cierto es que aún no me he presentado...
Pues bueno, me llamo Jake Skye, vivo en una ciudad  en el país de Gales, Reino Unido, pero no soy nativo, nací en Holanda y vine a vivir aquí cuando tenía 3 años y medio.
No tengo muchos amigos, pero los que tengo son de esos que siempre están ahí, y eso me basta y me sobra.
Se me da mal hablar con las chicas, solo he tenido dos novias en toda mi adolescencia, y fueron ellas quienes cortaron conmigo, una porque ya le parecía un soso y la otra porque no me quise acostar con ella. Ésta fue la última que tuve. Y como ya os he mencionado, el chico éste, Matthew, que se largó con su padre recién divorciado a Frankfurt cuando llevábamos ya 4 meses y medio.
¿Pero qué cojones hago yo hablandos de mis relaciones? Perdonad, se me va la pinza.
Pues bien, tengo diecisiete años tirando ya a dieciocho (los hago en febrero, y estamos a primeros de octubre), mido 1'83 metros, tengo el pelo castaño oscuro, casi negro, algo largo y con un buen flequillo hardcore, como dice un colega mío, ojos marrones muy oscuros, piel clarita sin llegar a ser blanco enfermizo, cuerpo atlético de los 16 años de natación, el basket y el skate.
Quiero hacerme un snake bite en el labio, pero mi madre dice que con la dilatación de 10 y el piercing de la ceja ya tengo bastante.
Estudio diseño gráfico por ordenador, canto screamo e intento dibujar calidad mangaka.
En resumen, soy lo que los imbéciles esos con los que uno se cruza a diario y a todas horas por la calle llaman un ''puto emo marica''. Bonita muletilla, ¿verdad?
Sin embargo, soy bastante del rollo de pasar de los demás, así que sobrevivo.
Mi padre trabaja en un cargo de mediana importancia en una empresa de marketing, y mi madre en una agencia de viajes.
Mi vida es la de cualquier otro chaval que saca cincos pelados en Matemáticas, nueves en Informática debido a la temprana adicción a los videojuegos y que sus profesores de Lengua le dicen que redacta muy bien y que podría sacar nueves en su asignatura si le diese la gana de esforzarse un poco más.
Salgo viernes y sábados, a simple vista ligo bastante pero paso ya de pivas y no me emborracho ni drogo nunca, aunque he de confesar que alguna vez le he dado alguna que otra calada a un cigarrillo, pero por suerte no me enganchó. Cosas que pasaban con mi novio... Ay Matt...

En resumen, una vida cómoda y tranquila, de buenos rollos, no mucho de lo que quejarme y poco más que pueda pedir.
Esto soy yo, y así es mi vida.
Y sin embargo, hoy me siento inquieto.
¿Tan en serio me he tomado inconscientemente este sueño?
En fin, puede que sea un simple cambio de hormonas. Los adultos siempre bromean con que los chavales y chavalas de estas edades estamos revolucionados. Como si ellos en su momento no lo hubieran estado. Ea.

Aún en calcetines, me dirijo hacia la cocina silbando y me caliento el café mientras las tostadas se hacen.
Lare y Minerva entran medio corriendo en la cocina para darme los buenos días con maullidos desafinados.
Riendo, cojo a Minerva y la subo encima de la mesa para ponerle un poco de queso fresco. Esto con mis padres en casa ni se me ocurre hacerlo. Me matan.
Mientras Minerva se relame, Laree me mira desde el suelo con cara de cordero degollado.
-A ti no, que estás gordete- le digo riendo al gato rubicundo, que se retira cabizbajo hacia el otro extremo de la cocina.
Me bebo el café a toda prisa, devoro las tostadas con queso y mando a los gatos a pastar por la casa.
Subo a mi habitación, cubro la cama con el edredón nórdico, meto las cosas en la cartera y salgo de la habitación dejando la puerta entornada.
El cielo completamente despejado y el aire fresco me ponen automáticamente de excelente humor. Me apetece ir caminando a buen ritmo, así que dejo el skate para otro día.
Hoy tengo el primer examen parcial de Lengua y apenas he estudiado, pero no me importa. Soy de esos que se las apañan como si hubiesen nacido para vivir de  improvisar.