-Capítulo 21_El sueño que mata

-Capítulo 21_El sueño que mata

Salimos rápidamente tras Mehl hasta llegar a las escaleras y bajar a la planta segunda.
-Rape, tú ve por el pasillo que lleva a la sala de estar. Jake, tú por el que lleva a la planta primera. Yo miraré si está en su habitación.
-Espera, señorita custodio de Mihael. ¿Por qué no se ocupa Auren de su protegido-rencarnado? -pregunta Rape a Mehl con un toque de reproche.
-Creía eras más considerado con los demás, Mail Jeevas. -contesta ella secamente.
Rape se queda callado sin saber qué decir.
-¡Vamos joder! Se puede volver a hacer daño -gruño nervioso.
-Él no. -dice Mehl con seriedad-. Kira es la amenaza.

Giro la esquina cercana al cruce de pasillos y nada. Tampoco está por aquí.
-¡Jake! -oigo a Rape vociferar-. ¡Está aqu... mffh!
-¡Rape!
Alarmado, salgo pitando en dirección a la sala de los sillones. Mehl se une a mi carrera justo al pasar por el cruce de pasillos y cuando llegamos a la sala de estar nos encontramos a Date mirando llover por la ventana subido al brazo de un sofá y a Rape liándose a ostias con Kira.
-¡Hijoputa demente, tú a mí no me vuelves a intentar apresar en tu vida! -grita Rape encolerizado metiéndole un puñetazo en toda la mejilla al asesino.
-¡Date! -exclamo acercándome al chico.
-Date tiene sueeñoo... -canturrea él moviendo un dedo sobre el que lleva una especie de pequeña figura de una persona con un minicuadernito.
Al final Kira logra esquivar los golpes de Rape y le mete un empujón en el pecho apartándolo de él.
-Es... hora de... dormir para... siempre, Date Roadcreep. -sentencia entre jadeos sacando el cuaderno de Macabre Note del bolsillo de su gabardina marrón.
-¡¡Noo!! -grito dándole un fuerte manotazo al cuaderno negro.
Movido por la adrenalina, agarro a Kira del cabello y de un fuerte impulso lo empotro de golpe contra la pared.
El asesino suelta un berrido de dolor al romper parte de su frente y nariz contra el duro yeso.
Vuelve el rostro ensangrentado y clava su mirada demencial en mis oscuros ojos.
-Tú... Estúpido niñato... Como te atreves a...
No logra acabar la frase.
Una pálida mano aprisiona su cuello contra la pared cortándole la respiración.
-Has perdido, Light Yagami.