-Capítulo 18_Enfrentamiento
Un chorro de bilis y sangre me salta a la cara. La fuerza del impacto lo ha dejado tirado en el suelo, bloqueado y sin aire en los pulmones, seminconsciente.
Me dirijo rápidamente a Grim e intento desatarlo agresivamente, pero las cuerdas son resistentes y cuesta.
En cualquier momento Rape puede reanimarse, por lo que debo apresurarme.
Entonces me fijo en la vela y se me ocurre una idea. La cojo y paseo la llama sobre la soga hasta que prende. Tiro la vela al suelo y estiro con fuerza mientras los hilos se van carbonizando y se sueltan.
Al fin Grim se separa del poste, pero sigue con los tobillos atados y la boca amordazada, y la estancia comienza a incendiarse.
Pero hábilmente se le ocurre usar el guante de tela para coger una llama y quemar la cuerda de los tobillos.
-¿Y la mordaza? -le pregunto al ver que se dispone a abrir la puerta y marcharse.
Me mira, sacude la cabeza como restándole importancia y me coge de la muñeca para sacarme de aquel lugar.
-¡Espera! -exclamo percatándome de que el cuarto no estaba vacío del todo.
Rape se estaba reanimando y las llamas estaban a punto de tragárselo.
-¡¡Rape!!¡¡Sal de ahí, rápido!! -le grito.
El hombre pelirrojinegro alza levemente el rostro y me mira a través de la cortina de llamas.
-No Jake... El infierno es donde debo estar. Soy un monstruo, y debo morir dolorosamente. Te echaré de menos, tío bueno. -me dice con una sonrisa deforme-. No sé lo que es sentir algo por alguien, pero creo que por ti he llegado a sentir algo de auténtico aprecio. Eres fuerte, Jake. Tu corazón te hace fuerte. Sigue viviendo, la vida te necesita. Hasta nunca.
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