-Capítulo 17_El señuelo

-Capítulo 17_El señuelo

Así me quedo, sentado en el suelo solo con Date jugueteando con el peluche de ''anti-Beyond''
-Date, ¿de dónde has sacado ese muñeco?
-Elle quiere investigar, Elle quiere pastel de fresas, Elle quiere café. -enuncia agitando los brazos del muñeco sin contestar a mi pregunta.
Con un suspiro, me pongo en pie y me le llevo de la mano a algún lugar incierto.
Entonces se escucha una especie de grito distorsionado y mi adrenalida se activa de golpe.
-Grim va a jugar... Grim no quiere jugar... -dice Date.
-¡Mierda! -exclamo, sabiendo perfectamente lo que sucede sin necesidad de más.
Sin preocuparme más por Date, me dirijo corriendo a la escalera más cercana y subo a toda velocidad. Una vez arriba, busco la escalera que lleva a la tercera planta y subo con el corazón en la garganta.
Sin saber muy bien de donde proviene el grito, rastreo nerviosamente por el pasillo de la moqueta azul en busca de indicios. Justo encuentro la colilla de un cigarro aplastado cuando oigo una puerta cerrarse de golpe relativamente cerca de donde estoy.
Corro a toda prisa y veo una puerta marrón cerca de una esquina del amplio pasillo.
'¿Será ésta?' -pienso tragando saliva.
Giro el pomo con la mano sudorosa y bingo.

Aquella estancia no podría denominarse habitación. Era similar a un extremo de pasillo cerrado, de paredes amarillentas y un tremendo olor a cerrado. La única luz que alumbraba la estancia era una vela.
Grim se encontraba al fondo, sujeto por las muñecas a una especie de poste, amordazado y con muñecas y tobillos atados por unas anchas tiras de fuerte tela. Estaba sin ropa, únicamente cubierto por los calzoncillos. Sus inquietantes ojos amarillos estaban clavados en mí, y brillaban con nerviosismo.
De entre las sombras que se mantenían ajenas a la luz de la vela salió Rape con una gruesa cuerda en manos, y avanzó hasta quedar junto a Grim.
-Vaya, vaya, vaya... Si es mi queridísimo amigo Jake Skye... Aquel que tanto me amaba y tanto daba por mí...
Trago saliva sin saber qué hacer ni qué decir.
-¿Que te trae por aquí, Jake?¿Tú también has venido atraído por la llama de la vela como este lindo chico? -me pregunta mientras acaricia la fina barbilla de Grim-. Me alegro de que hayas venido, en verdad. Dos es mejor que uno. Lo pasaremos bien.
-Rape, por favor. Suéltalo. -jadeo agobiado por la situación.
-Ten huevos de venir aquí a soltarlo. -me reta clavando la mirada en mí.
-Rape... Qué demonios quieres... Deja ya de jugar con Grim. No le hagas daño.
-¿Daño? Sabes que le gusta. Siempre le ha gustado que se la meta bien duro y que le duela. Es un jodido masoquista, y eso me pone mucho. Los sádicos y los masoquistas se complementan a la perfección, ¿no crees?
-Mmfff.. -bufó Grim, pero la mordaza le impedía decir algo claro.
-Aunque, a decir verdad, me ha costado retenerlo. ¿No será por casualidad que esté dejando de ser tan masoca porque esté siendo sanado? -enuncia Rape como sacando conclusiones de un experimento observado.
Nos miramos mutuamente, como intentando averiguar lo que va a hacer cada uno.
Al fin decidido, y muy a mi pesar, avanzo hacia Rape y lo derribo de golpe metiéndole una patada de lleno en el estómago.